Resiliencia en el mundo empresarial después de la Covid-19
La Fundación del Español Urgente de la RAE, para elegir la palabra del año, elabora una lista de palabras que deben cumplir una serie de requisitos:
Por un lado, que sean términos que hayan estado, en mayor o menor medida, presentes en el debate social y en los medios de comunicación. Por otro, que, por su formación, significado o dudas de uso, ofrezcan interés desde el punto de vista lingüístico y hayan sido, por tanto, objeto de alguna de las recomendaciones que ha publicado diariamente la Fundéu RAE durante el año.
Para los más curiosos ganó “confinamiento” pero me gustaría profundizar en “Resilencia” una de las candidatas a palabra del año 2020:
La palabra resiliencia viene del término resilio, que significa “volver atrás” y que, según el diccionario de la RAE ofrece dos acepciones,
- Capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos.
Creo que calificar al Covid-19 de “agente perturbador” sería de lo más acertado, y que hemos tenido que adaptarnos al más puro estilo Darwiniano es una realidad indiscutible. Pero no es el único sentido, la RAE nos ofrece una segunda acepción
- Capacidad de un material, mecanismo o sistema para recuperar su estado inicial cuando ha cesado la perturbación a la que había estado sometido.
Más allá del estricto significado en términos de la RAE, en el ámbito de la psicología, la resiliencia hace referencia a la capacidad de las personas para afrontar y superar las adversidades de la vida, pero también, para aprender de ellas evitando que influyan de una forma negativa.
La crisis sanitaria ocasionada por el coronavirus cambió de forma radical los procesos de funcionamiento de las organizaciones. También impactó fuertemente la economía mundial. El mundo no estaba preparado para un problema de esta magnitud. Sin embargo, desde el inicio de la pandemia, los gobiernos, las personas y las empresas utilizan todos sus recursos para enfrentarla, adaptarse al nuevo contexto y transformar la situación en una oportunidad para innovar.
Para satisfacer las nuevas necesidades del cliente, las empresas deben ser resilientes. Esta es una cualidad que permitirá a las organizaciones adaptarse a los constantes cambios y mantener sus operaciones a lo largo del tiempo.
El aislamiento social obligatorio fue una medida del Gobierno para prevenir el contagio del COVID-19 en la población. La declaración de estado de emergencia puso a prueba la resiliencia de las empresas.
Algunas medidas inmediatas comenzaron a aplicarse para adaptarse a la nueva situación. Entre ellas: horarios escalonados, trabajar desde casa y la aceleración de canales digitales. Todo esto con la finalidad de garantizar la continuidad de los negocios.
La crisis viene dejando varias lecciones, una de ellas es que nada volverá a ser como antes. Las empresas post pandemia generarán negocios sin intermediarios, fortalecerán nuevos medios de comunicación y de pagos, donde la moneda física sea la menos implementada, generarán la automatización de las industrias, impulsarán aún más el teletrabajo y contribuirán con el desarrollo de nuevos canales de comercialización.
La resiliencia se puede aprender:
- Desarrollar una actitud correcta ante los desafíos y responder con determinación. La autocompasión, el miedo o la culpan han de dejarse un lado y estar seguros ante las actividades que estamos realizando. No titubear en el proceso y ser positivo ante lo que se realiza.
- El optimismo es fundamental. Mantener siempre una actitud positiva y alentadora sobre la situación te permite generara tranquilidad en el entorno, así como generar un ambiente alegre, con energía y vitalidad ante los nuevos retos.
- Apoyarse en el entorno ante los momentos de flaqueza.
- Desahogarse y conocer otras opiniones ayuda a reducir el estrés de los momentos críticos. Además, pueden ser la vía para retomar la alegría que nos falta para afrontar el problema que nos afecta.
Promueve la resiliencia en la oficina:
· Favorecer el contacto entre empleados de forma no conflictiva.
· Generar políticas comunes.
· Incentivar la buena relación y la cooperación entre los empleados.
- Fomentar el aprendizaje mutuo, generar empatía y apoyo entre los trabajadores.
- Desarrollar la autoestima.
- Promover la participación de todos en la toma de decisiones.
- Se consciente de lo que te afecta en el momento que ver que todo tambalea. Conocer los miedos y dudas que te envuelven te hacen ser consciente y tomar mejores decisiones. Cuando te encuentres en ese momento es bueno pararse y preguntarse qué sucede y qué me preocupa. Después, intenta tomar una solución y elegir un camino a seguir.
- El día a día no siempre va a estar a nuestro favor. Por esto, mantenerse motivado y con buen humor es la mejor opción para afrontar los posibles baches que podemos encontrar en el camino. No dejes que la presión del instante afecte a la relación con el grupo ni actúes bajo esa presión. Las personas resilientes son capaces de respirar y mirar la situación de forma positiva y encauzar al equipo a esa misma visión. Los problemas con una actitud positiva suelen tener una solución más temprana.
Merece la pena tener presente el significado de resiliencia a nivel personal y ser capaz de aplicarlo a nivel empresarial espero que contribuya a mejorar la forma en la que nos enfrentamos a los cambios.
Escrito por: Cira Gelabert